lunes, 20 de septiembre de 2010

Duplicados





Ella y ella se miran.

Es un tiempo que se despide.

A mi no me es posible discriminar cual llora y quien duda.

Pero les suecede lo que a todos.

La necesidad de saber donde comienzan y terminan las cosas.


(Son adorables.

No queda mas que puedan desear)


Pasó lo que podía suceder, se agotaron, se vaciaron la una en la otra.

Los contenidos se mezclaron y ya no hay.


Es el momento del despegue.

Libersarse tironeando de la piel quemada del verano.

Esa que deja mapas que se borran al rato.

Seguir camino, decir chau chau y pegar la cara a la ventanilla.

Ellas saben que no es bueno duplicarse; que es así como nacen los farsantes.


Este par quiere mas.

Pero viene a su encuentro la tentación de prometer (todos añoramos la perpetuidad del chasquido feliz).

Saben que endeudarse es la peor forma de duplicarse, es duplicarse en menos, pero duplicarse a fin de cuentas.

Es estar en algún lugar que no es este y estar en este modo (-) y no en este (+).

Ella y ella se miran.

Después de pensar doblemente todo esto.

Ambas dicen chau.

Y se van sin saber si lo consiguieron.


(ay! yo también dudo muchachito, dudo)


1 comentario:

  1. no jodas!
    esto ya es mucho mejor que lo que varia gente hace por ahí!! arriba!
    me hizo acordar (MUCHO) a un pequeño poema mío.
    si te interesa, te lo muestro en algún encuentro :P
    salir de la ostra, pero sin ensuciarse... eso debés hacer, muchacha

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